El ozono es un potente desinfectante cuyos beneficios en aire son evidentes pero que resulta mucho más eficaz en medios acuosos.
La utilización de agua ozonizada es cada vez más habitual a nivel doméstico y a nivel industrial.
Desde el lavado de frutas y verduras a la potabilización de agua, los usos son enormes y sus beneficios también.
A nivel doméstico el ozono en agua se utiliza para la limpieza en general. Su efecto bactericida convierte el agua ozonizada en un elemento idóneo para fregar vasos, platos y cubiertos, fregado de suelos y sanitarios. Además puede utilizarse para el lavado de frutas, verduras y carnes eliminando los elementos nocivos biológicos (virus, bacterias, hongos) y químicos (pesticidas…).
El agua ozonizada (con ozono) es utilizada para el enjuague bucal tras los lavados de dientes o para la higiene personal siendo muy beneficioso para la piel, tratamiento de acné…
El ozono, sin duda, es uno de los elementos naturales más efectivos para la desinfección y eliminación de olores.